El próximo viernes 23 de marzo presentaremos el libro, Cine negro, de Francisca Gata Amate, que será presentada por Loli Ríos y acompañada por un fondo musical de los Jazzmen, Sven Röstrom y José Garrido, el acto será a las 20: 30 en el Café Nido del Arte, calle Nueva, nº 7 de Albacete.
No lo vi llorar. Nunca lo vi llorar,
como si sus ojos fueran el más duro y seco asfalto.
Espía en el universo de la muerte,
agazapado entre vísceras, siendo un hombre,
recordando a un niño con un reloj de carne.
Le amaría si no amara el frío de esta sala
o el silencio de las miradas apagadas. Si la inquietud
le hiciera vomitar el pan
o asistir a una película de cine negro
con un racimo de balas. La cosecha de la semana,
con todas las cavidades, con las aves colgadas
de las lámparas, como palabras ciegas e irremediables.
Lo amaría si guardara un bastón
para su cojera sin sentidos.
Pero no. Nunca lo vi llorar. Jamás destrozó
su bata por impotencia. Cadáver más. Cadáver menos,
sólo suciedad e informes, agradeciendo
el cigarrillo que le cedo turbado. O la jarra de cerveza.
O la partida de dominó
entre risas y sin recuerdos.
Aunque las madres aúllan o desgarran
las paredes con sus uñas, escupiendo a la oscuridad
verdades para la gran mentira. El amor furia, el amor
pedazo de quijada.
Ni una lágrima para acallar su conciencia
en el jardín de las horas muertas. Donde duermen los grillos
panza arriba y las rosas van al mar
como en un óleo de espectros.
como si sus ojos fueran el más duro y seco asfalto.
Espía en el universo de la muerte,
agazapado entre vísceras, siendo un hombre,
recordando a un niño con un reloj de carne.
Le amaría si no amara el frío de esta sala
o el silencio de las miradas apagadas. Si la inquietud
le hiciera vomitar el pan
o asistir a una película de cine negro
con un racimo de balas. La cosecha de la semana,
con todas las cavidades, con las aves colgadas
de las lámparas, como palabras ciegas e irremediables.
Lo amaría si guardara un bastón
para su cojera sin sentidos.
Pero no. Nunca lo vi llorar. Jamás destrozó
su bata por impotencia. Cadáver más. Cadáver menos,
sólo suciedad e informes, agradeciendo
el cigarrillo que le cedo turbado. O la jarra de cerveza.
O la partida de dominó
entre risas y sin recuerdos.
Aunque las madres aúllan o desgarran
las paredes con sus uñas, escupiendo a la oscuridad
verdades para la gran mentira. El amor furia, el amor
pedazo de quijada.
Ni una lágrima para acallar su conciencia
en el jardín de las horas muertas. Donde duermen los grillos
panza arriba y las rosas van al mar
como en un óleo de espectros.
Cine negro, de Francisca Gata Amate. Ediciones Vitruvio. Número 296 de la Colección Baños del Carmen.
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