El próximo viernes, 18 de noviembre, presentaremos el libro Un jardín contra la muerte de José Luis Fernández Hernán, lo celebraremos en el Café Comercial, Glorieta de Bilbao, nº 7, a las 19: 30 horas y a cargo de Alfonso Berrocal.
Después de todo, al fin y al cabo, he terminado por cansarme de mis propias meditaciones al lado de la ventana y he pensado que era buena idea volver al campo. En poco tiempo ya estaba otra vez lejos de las casas, a campo abierto. El sol se había robustecido con el crecer del día y la mañana había culminado en espléndida. La luz resbalaba en la montaña sobre la nieve con una cualidad líquida que en lugar de ofuscar los relieves los resaltaba. A lo lejos los coches de la autopista parecían en su pequeñez juguetes con los que se divirtiera un niño grandón y mitológico, un Hércules infante, por ejemplo. La escarcha comenzaba a fundirse y las hierbas soltaban sin aroma una reluciente grasa vegetal. Los charcos, en cambio, permanecían helados tentando a cualquier caminante armado con botas como las mías a romper su hielo. Hasta en los árboles se adivinaba una alegría presagio de su ineluctable resurrección. ¿No hay dos momentos iguales? En efecto, no los hay. ¿Infinitos a mí? ¡Que me los echen todos esta mañana! ¡Me los respiro!
Y cuando vuelva a mi jardín me los traeré en un bolsillo. Como quien vacía el mar con cubos, eso haré, sí, traerme lo ilimitado y volcarlo con paciencia, de muchas veces, en mi jardín.
Y cuando vuelva a mi jardín me los traeré en un bolsillo. Como quien vacía el mar con cubos, eso haré, sí, traerme lo ilimitado y volcarlo con paciencia, de muchas veces, en mi jardín.
Un jardín contra la muerte, de José Luis Fernández Hernán. Ed. Vitruvio. Número 281 de la Colección Baños del Carmen.
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