El próximo jueves 3 de marzo
presentaremos Punto suficiente, de
Luis G. Adalid que será presentado por Alfonso Berrocal y Pablo Méndez, en la
Biblioteca Eugenio Trías de la Casa de Fieras de El Retiro, Paseo de Fernán
Núñez, nº 24, a las 19: 30 horas.
presentaremos Punto suficiente, de
Luis G. Adalid que será presentado por Alfonso Berrocal y Pablo Méndez, en la
Biblioteca Eugenio Trías de la Casa de Fieras de El Retiro, Paseo de Fernán
Núñez, nº 24, a las 19: 30 horas.
A veces me pierdo, a veces me nombro
Me pierdo cada atardecer
por esta rambla de recorrido previsible
intentando acompasar la respiración
de las cosas entre un silencio vegetal
que vela las ruidosas formas
de
incontables escombreras
incontables escombreras
que asoman aquí y allá imponiendo
su presencia
ominosa.
ominosa.
Me pierdo, y acaban mostrándose
también desvergonzadas
construcciones de hormigón
cubiertas de obscenas pintadas,
algunos aterrizamientos
deconstruidos y unas tuberías metálicas
ruinosas que ya sólo
conducen ratas a las humildes
casas alineadas junto a la carretera
de la vida corriente sobre la que vuelan
los vencejos una y otra vez, una y otra vez,
a ras de melancolía. Y a ras de melancolía
crecen con urgencia juncos y cañas
para ocultar
tanta ignominia, y en el crepúsculo
tanta ignominia, y en el crepúsculo
remueven el
aire 27 con un sonido
aire 27 con un sonido
de roce de papeles que se va
agrandando hasta llenarlo todo
mientras las duras higueras impregnan
el aire de olores y promesas de tiempos
nunca idos.
En medio de esta excepción
sin propietario contemplo
y recuerdo,
contemplo a bulto,
sin precisión alguna, y de vez en cuando
recuerdo algunas navegaciones imposibles,
algunas derivas, calles, parajes,
encuentros, o aquella niña-mujer de pechos escasos
y generosidad infinita
con la que gustaba ir a tomar
el sol a lo oscuro.
Vuelvo ahora cada anochecer,
entre una oscuridad ya estéril,
al mismo jardín de bóveda infinita
por la que pasean satélites
entre mares de estrellas
de nombres poco probables
con la misma lentitud
con la que a menudo me sueño
como un punto suficiente
que trazara un leve surco rectilíneo
en una blanda blancura sucia límite
preciso de una nada
desde la que me nombro.
Punto suficiente, de Luis G. Adalid. Ediciones Vitruvio. Número 551
de la Colección Baños del Carmen.
de la Colección Baños del Carmen.
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